Entonces, ¿cuáles son las mejores prácticas que debe llevar a cabo una empresa para garantizar la máxima retención de un programa de formación ética? Como dice el viejo refrán, se puede llevar un caballo al agua, pero no se le puede hacer beber. No sólo es beneficioso, sino absolutamente vital para su empresa, tomar todas las medidas posibles para ayudar a los empleados a interiorizar las lecciones aprendidas. He aquí algunos consejos para crear un programa de formación ética eficaz:
1. Establezca una base sólida. En primer lugar, debe crear una base sólida de valores en su empresa para poder articular con éxito la ética de su empresa. Aquí no hay atajos. ¿Cuál es la cultura de su empresa? ¿Se comunica claramente en un código de conducta?
Es fácil suponer que los empleados de alto nivel son conscientes de los valores que está tratando de impartir, pero ¿lo son? Si los empleados sénior tienen problemas para comunicarlo con claridad, ¿cómo puede esperar que los nuevos contratados lo capten por completo?
2. Determinar los tipos de formación ética necesarios. Es necesario que la alta dirección defina qué ética debe ser inculcada y cuál debe serlo. Algunas consideraciones éticas relacionadas con la cultura de la empresa, la conducta ética, tanto dentro como fuera de la oficina, y las formaciones éticas relacionadas con la diversidad son vitales para mantener una cohesión positiva en la empresa.
Por otro lado, la ética relacionada con la formación en materia de regulación y cumplimiento, la protección de datos y la privacidad de los clientes debe mantenerse o las empresas se arriesgan a enfrentarse a grandes multas y a perder clientes.
3. Formar a los empleados allí donde se encuentren. Ahora que ha definido qué tipo de formación ética debe implementarse, puede comenzar a coordinar las sesiones de formación reales. La cantidad de dinero que se gastó en la formación de cumplimiento en los Estados Unidos ascendió a aproximadamente 90 mil millones de dólares en 2018. Indignante, ¿verdad? Llevar a los empleados de todo el mundo a un lugar cuesta una cantidad tremenda de dinero, además de tener que pagar la comida, el alojamiento y un gran auditorio para formar a todos los empleados. Si es posible, ¡suéltalo!
Hoy en día, con el software de videoconferencia o las plataformas de aulas virtuales en línea, puede comunicar los diversos requisitos de su formación ética para los empleados simplemente a través de Internet. Un instructor puede llevar a cabo un seminario web completo que comunique la información vital de la manera más eficaz y, en última instancia, ahorrar tiempo en el proceso al llegar a una gran audiencia a la vez.
4. Asegurar el cumplimiento, la prueba de presencia y la prueba de enfoque. No basta con informar a los empleados de las directrices de cumplimiento. También debe asegurarse de que los empleados han asimilado completamente toda la información. Cuando se modera una sesión a distancia, puede resultar difícil comprender el grado de concentración de los participantes. Informar sobre el éxito de su programa de formación ética o los requisitos de cumplimiento puede requerir informes adicionales más allá de una métrica de asistencia.
Algunas plataformas virtuales en línea ofrecen una función de alerta de enfoque del navegador que envía a un instructor una notificación si sus empleados no se mantuvieron enfocados en la ventana principal del navegador al hacer clic en otro lugar. Después, los instructores pueden acceder a las estadísticas detalladas de la sesión que resumen el enfoque total. También puede evaluar la comprensión de los alumnos en tiempo real mediante la creación de cuestionarios multimedia en línea para medir el éxito de los alumnos y medir la eficacia general del curso. Esta capacidad de obtener retroalimentación en vivo es invaluable para asegurarse de que todos los empleados están en la misma página.
5. Fomente la actividad en grupo. Obtendrá resultados de calidad si hace que su sesión sea lo más dinámica posible. Piense en la última vez que estuvo en una sesión de formación en un lugar físico. Tal vez estaba sentado en un gran auditorio, siendo aleccionado por un moderador. ¿Cuántas veces sacó su teléfono para pasar el tiempo? Admitámoslo, las sesiones de formación pueden ser bastante aburridas si usted es un miembro pasivo de la audiencia sentado en la última fila.
La realización de una sesión de formación en línea puede ayudar a aumentar la interactividad para mantener a los empleados más comprometidos. Cuando los empleados empiecen a perder la concentración, fomente la colaboración en grupo dividiendo a sus participantes en salas de descanso para hablar, compartir y trabajar juntos.
6. Juego de roles. Es fácil que un empleado se limite a explicar qué comportamiento se considera bueno o malo, o que explique exactamente cómo solucionar un problema. Pero la mayoría de los problemas que surgen en la vida real se sitúan en una zona gris poco clara. La representación de un escenario permite a los participantes trabajar a través de los dilemas éticos que pueden surgir en el lugar de trabajo, debatiendo las variables de la situación y las mejores prácticas para manejarla.
El facilitador puede pedir a cada grupo que presente sus conclusiones al grupo en su conjunto, lo que permite la retroalimentación y la formación de un debate más amplio. El facilitador puede entonces centrarse en los pros y los contras de las distintas decisiones. Al ampliar el debate de esta manera, los empleados interiorizarán mejor las lecciones aprendidas.