El recto es un pequeño segmento de su intestino grueso conectado al ano. Dado que el recto forma parte de los intestinos, o del colon, el cáncer de colon y el cáncer rectal suelen denominarse conjuntamente «cáncer colorrectal».
Aunque muchos casos de cáncer rectal se diagnostican sin que el paciente experimente ningún síntoma, hay algunos síntomas que debe tener en cuenta. Si nota alguno de estos indicadores, debe concertar una cita con su médico.
- Cambio en los hábitos intestinales. Esto incluye todo, desde la diarrea hasta el estreñimiento, así como un cambio en la forma de las heces, o un cambio en la frecuencia de las deposiciones. Todo el mundo experimenta alguna de estas cosas ocasionalmente, pero cuando estos síntomas duran más de unos días, debe prestar atención.
- Cuidado con el sangrado rectal de color rojo brillante o la aparición de heces oscuras, que podrían indicar la presencia de sangre.
- El dolor de estómago y/o los calambres, o los movimientos intestinales dolorosos, también podrían ser un síntoma temprano de cáncer rectal.
- Fatiga y debilidad. Si se siente más débil de lo normal o se cansa con facilidad, es importante que se haga un chequeo; algo podría estar mal.
- Pérdida de peso involuntaria. Perder peso cuando no lo está intentando puede indicar un problema mayor.
- Sentir la necesidad de defecar que no se alivia al hacerlo. Si nota que sigue teniendo la sensación de tener que «ir al baño» después de haber defecado, podría deberse a que un tumor ejerce presión sobre el recto.
La Clínica Mayo recomienda que
«pida una cita con su médico si tiene síntomas que sugieren la existencia de un cáncer rectal, en particular sangre en las heces o una pérdida de peso inexplicable.»
Un gastroenterólogo puede ayudar a averiguar si algo va mal y trabajar con usted para desarrollar un plan de tratamiento.
La Sociedad Americana del Cáncer ofrece los siguientes datos:
«Más del 95% de los cánceres colorrectales son adenocarcinomas. Aproximadamente el 90% de los adenocarcinomas colorrectales comenzaron como adenomas, que son un tipo de pólipo que puede convertirse en cáncer»
Estos pólipos pueden tardar 10 o 15 años en convertirse en cancerosos, lo que significa que si programa una colonoscopia de detección rutinaria con un gastroenterólogo certificado, pueden eliminar ese pólipo durante el procedimiento antes de que tenga la oportunidad de convertirse en cáncer. Así es; ¡una colonoscopia es el único método de detección de cáncer que detecta y previene el cáncer! Programe su cita hoy mismo!