6 formas de controlar la piel seca y con picores de los bebés

El frío afecta aún más a la piel provocando sarpullidos, rojeces y picores.

Destacados

  • Los bebés tienen una piel delicada, sensible a la humedad
  • La mayoría de las erupciones son inofensivas y desaparecen por sí solas
  • La sequedad, el picor y el enrojecimiento son síntomas comunes de la dermatitis atópica

Los bebés tienen una piel delicada, que es sensible a la humedad y a los cambios de tiempo. El frío afecta aún más a la piel provocando sarpullidos, enrojecimiento y picor. La mayoría de las erupciones son inofensivas y desaparecen por sí solas. Sin embargo, en algunas situaciones, la condición de la piel puede volverse crónica y difícil de manejar. La dermatitis atópica, también llamada eczema atópico, es una de esas afecciones de la piel que afecta a uno de cada cinco niños en todo el mundo. La dermatitis atópica es duradera (crónica) y tiende a rebrotar periódicamente. Suele aparecer en los bebés en el primer año de vida y progresa hasta los cinco años y, a veces, incluso más allá. Produce inflamación y picor de la piel, con parches de piel roja y seca. La afección puede empeorar durante los meses más fríos. A menudo, cuando el niño entra en la adolescencia, la condición de la piel persiste, afectando a las actividades diarias. Esto conduce a una falta de confianza en sí mismo, lo que repercute en el desarrollo general de la personalidad del niño.

La dermatitis atópica puede dar lugar a infecciones cutáneas, ya que la piel seca e inflamada produce grietas, lo que hace que los microbios y los agentes irritantes entren en la piel. La sequedad, el picor, las grietas y el enrojecimiento son los síntomas habituales de la dermatitis atópica, que puede aparecer en cualquier parte del cuerpo.

La dermatitis atópica puede dar lugar a infecciones cutáneas, ya que la piel seca e inflamada da lugar a grietas, lo que provoca la entrada de microbios e irritantes en la piel.
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Un niño cuyo miembro de la familia tiene antecedentes de asma o alergias tiene más probabilidades de desarrollar dermatitis atópica. Hay un 40-50 por ciento de probabilidades de que un niño desarrolle dermatitis atópica si uno de sus padres también ha padecido esta enfermedad. Esta cifra se eleva al 50-80% cuando ambos padres padecen la enfermedad de la piel.

El Dr. Rajesh Kumawat, Jefe de Servicios Médicos &Desarrollo Clínico, The Himalaya Drug Company, comparte algunos consejos para combatir la dermatitis atópica en los bebés:

Evite los jabones fuertes:

Use jabones para bebés que contengan activos herbales, especialmente formulados para la delicada piel del bebé. Ingredientes naturales como el aloe indio (sábila), el aceite de almendras, la leche y el aceite de oliva actúan conjuntamente para nutrir y mantener el equilibrio de humedad de la piel del bebé.

Evita los baños calientes y las duchas largas:

Mantén la temperatura adecuada del agua para el baño del bebé. El agua debe estar tibia, ya que el agua caliente puede resecar la piel. El bebé debe ser bañado durante no más de 10 a 15 minutos. Dé ligeros golpecitos en la piel con una toalla para eliminar el exceso de agua y evite secar la piel por completo.

Mantenga las uñas cortas:

Mantenga cortas las uñas de su hijo y cubra las zonas de picor con un paño o apósito para evitar que se rasque y pueda causar irritación e infección en la piel.

Hidratar la piel:

Aplica inmediatamente una loción o crema suave e hidratante para hidratar la piel del bebé inmediatamente después del baño. Un buen hidratante suele estar compuesto por ingredientes naturales como el coco, el kokum, el arroz y el aloe vera, entre otros. La hidratación ayuda a hidratar la piel y a aliviar la irritación cutánea.

Ponle vestidos cómodos:

La ropa suelta de algodón ayuda a mantener al bebé cómodo, mientras que la lana y las fibras sintéticas pueden mantener al bebé demasiado abrigado y empeorar el estado de su piel. Evita cubrir al bebé con mantas/ropa gruesas que puedan causar irritación en la piel sensible.

Evita los productos químicos agresivos:

Elige productos que no contengan aceites minerales, parabenos, fragancias ni colorantes artificiales. Los ingredientes naturales como el kokum y el aloe vera son conocidos por sus propiedades hidratantes y humectantes. El extracto de salvado de arroz aporta los componentes necesarios para la piel, llamados ceramidas, que son esenciales para mantener la función de barrera de la piel y retener su humedad. El coco tiene propiedades antiinflamatorias que ayudan a reducir el enrojecimiento y a calmar la piel.

Entender las necesidades de la piel del bebé es esencial para un desarrollo saludable, tanto físico como mental. Cualquier dolencia de la piel puede afectar al bienestar general del bebé.

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