El Día Mundial de la Gratitud, establecido por la ONU en los años setenta y que se celebra cada año el 21 de septiembre, está ahí para recordarnos cómo ser consciente, mostrar compasión hacia uno mismo y hacia los demás, y practicar la gratitud a diario hace maravillas no sólo para tu salud mental, sino también para la de tu familia, amigos y compañeros de trabajo.
Gratitud saludable
Los estudios han demostrado que practicar más la gratitud se asocia con beneficios mentales y físicos positivos como una mayor felicidad, más emociones positivas, menos dolores y molestias, mejor sueño y mejor autoestima, por nombrar algunos. La persona que recibe la gratitud también obtiene beneficios similares. Centrarse en aquello por lo que estamos agradecidos, al parecer, es un camino universal hacia la felicidad y la plenitud, que es lo que hace que el Día Mundial de la Gratitud sea una oportunidad de oro en tiempos difíciles.
5 consejos para la práctica diaria
Aunque la gratitud puede ser un portal hacia una mejor salud mental, puede ser difícil para las personas mostrar y practicar la gratitud con mayor regularidad por una serie de complejas razones psicológicas. Pero eso no significa que no seamos capaces de convertirla en un hábito más regular. He aquí 5 consejos que puede utilizar en el lugar de trabajo para mostrar su agradecimiento en el Día Mundial de la Gratitud y más allá:
- Listas de agradecimiento – La mayoría de nosotros nunca se toma el tiempo para definir exactamente lo que agradece. Al final del día o en tu tiempo libre haz una lista rápida de diez cosas por las que estás agradecido. El acto de anotar estas listas de gratitud le ayuda a frenar, identificar y apreciar aquello por lo que se siente agradecido, además de entrenar la mente para centrarse en pensamientos positivos.
- Meditación – No faltan aplicaciones y libros de meditación guiada, muchos de ellos con módulos especiales y guiones específicamente adaptados para fortalecer el sentido de la gratitud y el agradecimiento. La meditación es una práctica hermosa porque no hay una forma incorrecta de hacerla; incluso tomarse cinco minutos de cada día para concentrarse en la atención plena puede hacer maravillas para mantener una constitución mental resistente.
- Práctica consistente – Sea cual sea la forma en que muestre su gratitud, conviértala en una práctica consistente cada día hasta que se convierta en algo automático. Según la ciencia, se necesitan unos dos meses de comportamiento constante hasta que algo se convierte en un hábito memorizado por los músculos. Puede que al principio le resulte molesto e incluso un poco extraño, pero superar esos dos primeros meses de incomodidad abre un portal hacia una realización personal más constante.
- Voluntariado – Practicar activamente la gratitud en un contexto de servicio es sin duda la forma más impactante de hacerlo. No sólo ofrece una experiencia de humildad que puede dar nuevas perspectivas a nuestras vidas, sino que proporciona servicios esenciales y presta ayuda a los más vulnerables.
- Apreciar todo – Puede ser difícil apreciar algo cuando el mundo te deprime y nada va bien. En días como esos es muy importante encontrar razones para estar agradecidos y permanecer abiertos a apreciar todo, por pequeño que parezca. Incluso en nuestros peores días se puede encontrar gratitud, aunque sólo sea apreciando el hecho de que todos los días malos deben llegar a su fin.
Sin inconvenientes
No puede haber inconvenientes en expresar la gratitud, y no cuesta nada compartirla con los demás. El Día Mundial de la Gratitud es una gran oportunidad para tomarse un momento de conciencia y difundirla en su lugar de trabajo, en su casa o dondequiera que se encuentre.