La mayoría de nosotros echamos mano del salero cuando queremos dar sabor a la comida. Pero consumir la cantidad adecuada de sodio también es importante para su salud. Consumir suficiente sodio es crucial para el sistema digestivo y para mantener el equilibrio de líquidos en las células.
Desgraciadamente, la cantidad de sal que nuestro cuerpo necesita es significativamente menor que la cantidad media que los estadounidenses consumen cada día. Según la Asociación Americana del Corazón, la ingesta diaria recomendada de sal para un adulto es de sólo 1.500 miligramos. Sin embargo, la mayoría de los estadounidenses consumen más de 3.400 miligramos al día.
Este exceso se debe en gran medida al consumo de alimentos procesados, que suelen contener grandes cantidades de sodio. Algunos de los mayores culpables del alto contenido en sodio son las sopas enlatadas, los platos principales congelados y los frutos secos salados.
Aunque todos sabemos que comer demasiada sal no es bueno para nosotros, puede que te sorprenda saber los efectos perjudiciales que el exceso de sal puede tener en tu cuerpo. Aquí hay cuatro cosas que no sabías sobre lo que ocurre cuando comes demasiada sal.
Podrías deshidratarte
La mayoría de la gente asocia comer demasiada sal con la retención de agua; pero si no estás bien hidratado cuando la sal entra en tu cuerpo, pronto podrías experimentar síntomas de deshidratación. El sodio necesita agua para equilibrarse, por lo que ingerir demasiada sal puede extraer el suministro de agua de tu cuerpo, provocando dolores de cabeza, náuseas, mareos, sed extrema y vómitos.
Tu función cognitiva puede reducirse con el tiempo
Un estudio canadiense realizado en 2011 descubrió que una dieta alta en sodio afectaba a la función cognitiva en adultos mayores sedentarios. Aunque las razones exactas por las que la sal podría afectar negativamente al cerebro no se conocen del todo, los investigadores recomendaron el ejercicio como medio para contrarrestar los efectos.
Puedes tener un mayor riesgo de padecer cálculos renales
Comer demasiada sal puede suponer una carga para tus riñones, dejándote más susceptible de padecer enfermedades renales y cálculos renales. Los cálculos renales están causados por un exceso de calcio en la orina, que aumenta con una dieta alta en sodio. Dado que el exceso de calcio en la orina también puede ser una causa de la pérdida de masa ósea, comer demasiada sal también podría ponerle en riesgo de osteoporosis.
Su riesgo de cáncer de estómago aumenta
El alto consumo de sal puede causar estragos en su estómago -desde hacerle más susceptible a las úlceras, hasta estar posiblemente relacionado con las muertes por cáncer de estómago. Una de las teorías es que la sal puede reducir el revestimiento de la mucosa del estómago, lo que conduce a un tejido estomacal poco saludable.
Por suerte, hay varias formas sencillas de reducir el consumo de sodio sin sacrificar la comodidad del sabor.
3 consejos para reducir el consumo de sal
Aunque comprar productos frescos es la mejor manera de eliminar el exceso de sodio, hay otras formas de reducir el contenido de sodio sin cambiar completamente la forma de comprar. Busque versiones bajas en sodio de sus sopas enlatadas favoritas y procure enjuagar las verduras enlatadas antes de servirlas.
Haga sus propias salsas, adobos y aderezos
A menudo, estos tipos de alimentos contienen cantidades innecesarias de sodio y son fáciles de reproducir en casa con ingredientes más frescos. El uso de ingredientes ácidos -limón, lima y vinagre- a menudo puede distraer la necesidad de sal.
Mide antes de agitar
En lugar de agitar la sal sobre tu comida, intenta agitarla primero en tu mano o en una cuchara para ver la cantidad exacta que vas a poner en tu plato. Intenta añadir menos cantidad cada vez que comas un alimento para reeducar tus papilas gustativas.
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